Hay tantos motivos por los que una mujer puede querer una doula como mujeres y sentimientos.
Puede que se sienta sola, puede que no, pero aún
así necesite a otra persona que no forme parte de su vida para hablar
libremente, para sentirse más apoyada cuando lo necesite.
Quizá esté agobiada por las dudas, por la nueva
situación que se le viene encima, por el hermanito mayor, por la casa, el
trabajo o la falta de él, por vivencias anteriores y millones de cosas
personales que pueden estar de pronto en su cabeza aunque no haya pensado en
ello durante los últimos diez años.
Es posible que sus dudas o agobios se tiñan de miedo. Miedo al parto, al dolor, a enfrentarse a la situación nueva cuando llegue...
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